Hola,
hoy vamos a visitar un lugar encantador y muy colorido que no todos los
visitantes de la ciudad eterna conocen y que no suele formar parte del tour de
los viajes organizados para la capital de Italia. Sin embargo, este lugar se
encuentra relativamente céntrico, concretamente a los pies de la colina del
Aventino. Sin ninguna duda en primavera se convierte en uno de los lugares más
bellos de la urbe, se trata de un jardín exuberante.
Si
buscaís algo romántico y es primavera este es vuestro lugar ya que en mayo,
alrededor de 1.200 especies de rosas florecen en una paleta de colores y
perfumes inigualable. Este lugar mágico, encantador y sensorial es el
denominado “Roseto comunale” un jardín que abre sus verjas en primavera
mostrando un panorama evocador.
Situado
en una posición estratégica el jardín nos regala unas vistas maravillosas sobre
el Circo Maximo, sobre la colina del Palatino, el campanario de Santa Maria in
Cosmedin o la Cúpula de la Sinanoga. Este paraíso exultante es una zona de
relax y de tranquilidad alejado del ruido del tráfico y del caos que toda gran
ciudad genera.
El
Roseto es un experimento de la botánica, allí más de 1000 tipos de flores
representan la naturaleza de todos los continentes, rosas antiguas, modernas
procedentes de todos los rincones del planeta. Rosas europeas, neozelandesas,
chinas o americanas dan color a este macro jardín. Estas flores vienen fundamentalmente
clasificadas en tres grandes grupos; las llamadas rosas botánicas, flores
silvestres que crecen solo en el hemisferio norte, ya sea en lugares muy fríos
o en otros más cálidos.
Las llamadas rosas antiguas cuyo origen parte de
diferentes experimentaciones a partir de hibridaciones hace más de 200 años.
Por último el grupo de las llamadas rosas modernas, casi todas serían resultado
de diferentes tipologías y cruces con otras variedades importadas a Europa por
los ingleses desde China, Mongolia y Próximo Oriente en compañía de los
cargamentos de Té.
En
este “museo” de las rosas el visitante hace un recorrido por la historia de la
evolución de las rosas antiguas hasta las de nuestro tiempo. En ocasiones il
Roseto abre también sus puertas en el mes de octubre, un mes otoñal pero
generalmente cálido que permite además admirar la rica variedad de colores y
fragancias, accediendo al jardín gratis.
Por
razones obvias este jardín cierra sus puertas al finalizar octubre hasta abril,
en estas visitas se aceptan perros de pequeño tamaño, por otra parte existe un
buen acceso para personas discapacitadas. El área de este jardín es de unos
10.000 m2 en una ladera en ligera pendiente hacia la zona más llana del Circo
Máximo.
Es
interesante conocer la evolución de este lugar ya que tiene una interesante
historia.
El
jardín tal y como se conoce hoy tiene su fundación en 1931 bajo las órdenes del
gobernador de Roma, Francesco Boncompagni Ludovisi en una respuesta a la
solicitud de la condesa May Gayley Senni. Antes el lugar original era la colina
del Oppio, en las inmediaciones del Coliseo. Se trataba de un jardín
constituido por unas 300 especies de plantas.
En
mayo de 1933 se celebró por primera vez el concurso “Premio Roma per le Nueove
Varietà di Rose”, una competición que pasa por ser la más antigua en su género
exceptuando otro concurso inaugurado en 1907 en París. La condesa Mary Gayle
Senni fue la encargada de las diferentes ediciones formando parte del jurado
hasta 1954 representando a la American Rose Society.
El
jardín en la colina del Oppio quedó totalmente destruido en la segunda guerra
mundial por eso fue reconstruido en una zona ajena a la actual, en el valle del
Murcia, una zona agrícola que ya desde la época del Imperio Romano había estado
dedicada a la diosa Flora.
Murcia
o Mirtea son los nombres de una divinidad romana primitiva que tenía un templo
en el valle situado entre las colinas del Aventino y el Palatino. Murcia es más conocida por su asociación con
Venus, la diosa romana del amor, con la que fue posteriormente identificada
bajo el nombre de Venus Murcia.
En
1645 se ubicó en la ladera del Roseto un huerto con acceso al cementerio
ebraico hasta 1934 cuando el cementerio fue trasladado a otro lugar. Durante el
conflicto bélico tuvo la función de huerto público ante la escasez de alimentos
en la ciudad, para finalmente permanecer inculto. En 1950 y en colaboración con
la comunidad judía se decidió organizar el jardín actual respetando la antigua
ubicación: los senderos que dividen los arbustos forman con su disposición
sobre el terreno el diseño de la Menorah, el candelabro de 7 brazos de la
religión judía. Se trata de reflejar y agradecer que el enclave fue un lugar
sagrado para los judíos romanos durante varios siglos. Igualmente en la entrada al jardín se levantaron dos
estelas con las Tablas de las leyes que Moises recibió en el monte Sinaí.
Las
rosas más interesantes de la colección del Roseto comunal son,
posiblemente, las que cambian de color.
Destaca en este sentido la denominada rosa Mutabilis que puede cambiar 7 veces de colore en apenas
5 días; su capullo es rojo, pero una vez abierto se tiñe de color naranja
primero, después amarillo, crema, rosa claro, rosa intenso y finalmente fucsia.
Existe también una rosa que guarda
relación con la denominada Guerra de las dos Rosas (denominada así por los
emblemas de las dos familias que se disputaban el trono inglés en la segunda
mitad del siglo XV), es decir, roja primero como el emblema de los Lancaster y
blanca después como el emblema de los York.
La
rosa es la flor por excelencia. Conocida y anhelada por todos, ha sido testigo
de cuantiosos estudios, transformaciones y acontecimientos históricos. Perfumes,
regalos, ornamentos han sido los usos constantes de una de las plantas más
bellas y difundidas del mundo.
El
rosal ha estado siempre entre las primeras preferencias de la humedad, razón
por la cual ha sido la flor más cultivada de la historia. En consecuencia, el
hombre y la mujer han trabajado incansablemente en la producción y plantación
de la rosa, buscando nuevos horizontes y formas, haciendo selecciones e
hibridaciones infinitas. Por todo ello, la rosa es una de las flores más
variadas del universo vegetal.
Las
agrupaciones de rosas son las que siguen:
•
Rosales silvestres: el grupo más reducido y padre de las demás variedades. Son
aquellas rosas que pueden encontrarse en el corazón de la naturaleza.
•
Rosales antiguos: rosas derivadas de las primeras y que existían antes del año
1867.
•
Rosales modernos: pertenece a este género el 95% de las especies actuales. Son
aquellas rosas posteriores al año 1867, éste inclusive.
Rosales
silvestres
La
madre de todas las rosas, el rosal silvestre se caracteriza por ser un arbusto
fibroso de estatura media y tallo espinoso.
Se subdividen en las siguientes
especies mayoritarias, si bien existen unas decenas más:
•
Rosa banksiae: arbusto trepador, de hoja perenne y sin espinas y flores
carentes de aroma. Florece prematura y abundantemente.
•
Rosa canina o escaramujo: arbusto espinoso de uno a tres metros de estatura
utilizado para sanar la rabia. Hojas caducas y flores blancas o rosas.
•
Rosa centifolia o rosal romano: de origen francés, sus flores tienen valor
medicinal, ornamental y aromático.
•
Rosa damascena o rosal de Alejandría: robusto y espinoso, desarrolla flores de
36 pétalos de intensa fragancia.
•
Rosa eglanteria: arbusto flexible del que se extrae el aceite de rosa de
mosqueta. Sus flores de cinco pétalos son de color rosa.
•
Rosa gallica o rosal castellano: arbusto de baja altura, espinoso y de flores
solitarias y grandes.
•
Rosa pimpinellifolia: arbusto de largas espinas y rosas blancas o amarillentas
que florece en primavera.
•
Rosa rugosa: alto y espinoso, sus flores son blancas o púrpuras y desprenden un
fuerte aroma.
•
Rosa virginiana: desarrolla flores de un rosa pálido con mucho aroma.
Rosales
antiguos
Son
aquellas rosas que ya se cultivaban con anterioridad a la primera aparición del
Híbrido de Té, que ocurrió en 1.867. De este modo, son rosales antiguos todas
aquellas rosas seleccionadas y manipuladas hasta mediados de la Edad
Contemporánea.
Aunque
no son especialmente utilizadas entre el público, son especies robustas que
soportan bien las enfermedades y no requieren cuidados especiales.
Se
clasifican en trece tipos:
•
Albas: arbustos de gran tamaño y flores blancas y resistentes.
•
Borbonianas: arbustos vigorosos, fragantes y de flores dobles, ideales para
decorar muros.
•
Centifolias: plantas espinosas con flores aromáticas utilizadas para borduras.
•
Chinas: de tamaño bajo-medio, florecen tanto en verano como en otoño.
•
Damascenas: de porte despejado, sus olorosas flores germinan en verano.
•
Gállicas: arbustos frondosos cuyas flores son muy llamativas y de variados
aromas.
•
Híbridos perpetuos: de numerosas ramas, florece en verano y otoño.
•
Musgosas: arbustos poco tupidos, pero muy vellosos, cuyas flores se despliegan
en el estío.
•
Noisettianas: plantas trepadoras cuyas flores despiden un olor algo picante.
•
Rosas tipo patio: rosal trepador utilizado para escalones, setos y macetas.
•
Rosas tipo Portland: consistente y espeso, florecen abultadamente en otoño y
verano.
•
Rosas tipo sempervirens: planta trepadora cuyas flores estivales son muy
solicitadas.
•
Rosas de té: rosal escalador que requiere amparo exterior y cuya fragancia es ligera
y picaresca.
Rosales
modernos
Son
la variedad de rosas más conocida y usada en la actualidad, englobando más del
95% de las especies. Pese a su desmesurada cantidad, los rosales modernos se
clasifican en nueve agrupaciones principales:
•
Arbustiva: plantas reflorecientes utilizadas como cerco.
•
Floribunda: uno de los rosales más comercializados, de rosas resplandecientes,
pequeñas y vistosas.
•
Glandiflora: destaca por su rápido y elevado crecimiento durante el primer año
de plantación. Nace por su cruce entre un híbrido de té y una floribunda.
•
Híbrido de té: la variedad de rosal más cultivada y distribuida, cuyas flores
se desarrollan entre primavera y otoño, siendo el invierno una estación en las
que hay que protegerlas.
•
Polyantha: las flores se aglutinan en ramilletes compactos provistos de siete a
quince rosas.
•
Rosales miniatura: arbusto pequeño que no alcanza el medio metro y cuyas flores
son también diminutas. Muy diversa e ideal para cualquier rincón de la casa.
•
Rosales rastreros: arbusto que se desarrolla en el suelo y consta de ramilletes
de tres a once flores.
•
Rosales sarmentosos: tallos laxos y vigorosos y flores agrupadas en ramilletes
de tres a veinte unidades.
•
Rosales trepadores: de tallos robustos y largos, existen variedades florecientes
y no florecientes y de rosas grandes y pequeñas.
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