martes, 17 de agosto de 2021

Stadio Palatino

 

Muy cerca del Coliseo se encuentra el palacio de Domiciano, fue el principal complejo imperial en el Monte Palatino, reemplazó una serie de edificios más antiguos que van desde el período republicano hasta el neroniano.

Está formado por tres sectores: la Domus Flavia, la Domus Augustana y el Estadio Palatino. El monte Palatino (en latín Collis Palatium o Mons Palatinus) es la más céntrica de las siete colinas de Roma, y la de menor elevación: se alza a 50 m sobre el Foro Romano, quedando entre este y el Circo Máximo. Es una de las áreas más antiguas de la ciudad de Roma, con yacimientos arqueológicos que datan en torno al año 1000 a. C. y formaba parte de la llamada Roma Quadrata.









Según la leyenda era el lugar donde Rómulo fundó Roma, y donde fijó su morada.

El enorme complejo ocupó toda la parte central del Palatino desde finales del siglo I d.C., reemplazando edificios más antiguos. El inmenso palacio tuvo un gran efecto en los contemporáneos, ya que quedan evidencias en las alabanzas de Martial y Stazio.

La vigencia de los arquitectos implicados en el edificio también queda atestiguada por el hecho de que en los siglos siguientes nunca fue sustituido, quedando la morada por excelencia de los Augusti, que se limitaron únicamente a restaurarlo y realizar algunos añadidos. De hecho, su arquitectura sirvió de modelo para todos los palacios dinásticos del poder posteriores.

Las obras fueron dirigidas por el arquitecto Rabiro, iniciadas poco después del 81d.C. (año de la llegada al poder de Domiciano) y concluidas en el 92. El conjunto fue descubierto y excavado en el siglo XVIII, al que pronto siguieron importantes saqueos que condicionaron irreparablemente el estado del edificio.

 


Por su parte el llamado “Estadio Palatino” fue la tercera parte del palacio de Domiciano en la Colina Palatina de Roma. Fue el último en construirse, después de la Domus Flavia y la Domus Augustana, respectivamente las partes pública y privada del complejo.

De hecho, Domiciano, no contento con poseer un escenario de lujo en el Circo Máximo, también quiso construir su propio estadio para uso privado e inaccesible desde el exterior. Su domus fue la última en construirse, después de la Domus Flavia y la Domus Augustana, las partes públicas y privadas del palacio. Añadió un espléndido estadio, muy amplio y suntuoso, pero no era de uso público, sino que estaba reservado para la familia imperial y sus invitados. Estamos muy lejos de los emperadores iluminados que se lo dejaron al público.

 


El Estadio o Hipódromo es un vasto espacio alargado con un lado menor curvo (que recuerda la forma de un circo), identificable con el Hippodromus Palatii mencionado en las Actas de los mártires (o con el Viridarium, un espacio verde privado), que se extiende por el lado este de la Domus Augustana. En dichas Actas se menciona también, a propósito de San Sebastián, un Hippodromus Palatii, que es muy probable que fuera este.

 




La pista, delimitada a su alrededor por un pórtico de dos pisos (renovado en el período Adriano) anteriormente cubierto de mármol, estaba dividido en dos por una “spina” de la que solo quedan partes terminales en lados opuestos (por algunos considerados, al menos el del lado corto al norte, fuentes). En el centro de la estructura, en el lado este, hay una gran tribuna con una exedra (reconstruida bajo Septimio Severo), donde probablemente los emperadores podrían asistir a los espectáculos, vendría a conformar una especie de palco imperial. El Estadio, más que para la exhibición de espectáculos de carreras, tenía la función de una escuela de equitación o un jardín privado, todo ello sugerido por el descubrimiento de estatuas de las que debía ser ricamente adornado. Un recinto de forma ovalada en la parte sur de la pista (donde se contemplan los adoquines) se remonta a la época de Teodorico (siglo VI), quizás fue utilizado para carreras a pie y también como anfiteatro. Sin embargo no se realizarían luchas de gladiadores ya que este espectáculo había sido abolido en tiempos de Onorio.






Ubicado en la parte privada de la Domus Augustana, el Estadio Palatine Hill (o Hipódromo) se extiende a lo largo de todo el lado este del palacio imperial y se forma en un vasto espacio de forma alargada (160 x 48 metros) con lado curvo más pequeño.

En ambos extremos hay pequeñas semi-construcciones circulares que como se ha mencionado antes en la antigüedad fueron fuentes. El edificio estaba rodeado por un pórtico de dos pisos (restaurado en la época de Adrianea): la planta baja caracterizada por una bóveda de cañón con artesonado, pilares y semi-columnas en ladrillo en su época recubiertas de mármol; ya el piso superior formado con columnas de mármol.




El estadio estaba surcado por una larga avenida circular con senderos y parterres de flores, todo finamente decorado con estatuas y mármoles de todo tipo. De hecho es necesario conocer que gran parte de las esculturas de los museos Palatinos se encontraban en estos exuberantes jardines.

 

En el suelo de todo el estadio se pueden ver columnas de mármol y granito de “cipollino”, capiteles y fragmentos del coro de mármol que adornaba todo el estadio.


No se puede excluir que en el estadio se pueda identificar el denominado Viridarium, un espacio verde para descansar y pasear donde se dice que el emperador Elagabalus mandó transportar una montaña de nieve.